domingo, agosto 21, 2011

Robert Johnson tuvo al blues y fue como escuchar aullar al viento.

En una región azul

de riachuelos, diques, pantanos y canales

Robert Johnson tuvo al blues

Y era como escuchar aullar el viento.

Aprendió pronto a tocar la música del Delta

La música de guitarra que se hacía fuera de la casa del señor

El blues afuera, adentro el Gospel

Aprendió sin saberlo

La desviación de la armonía

De Son House y Billy Brown

En principio sabía que aquello no era nada

La guitarra de Robert Johnson sonaba sucia y ruidosa

y hacia que las audiencias se espantaran ante el estruendo

Robert Johnson tuvo el blues

Pero el blues no tenía electricidad

Y decidió buscarla en la carretera

Recorrer la Highway 7

Encontrar feed-back

Y completarse

Se sabe muy poco

Surgió el mito, entonces

En la encrucijada

Donde se cruzan La autopista 61 con la 49

Le vende el alma al diablo

A cambio de electricidad

Y regresó

Pero su carácter se tornó más sombrío

Y podía transmitir una emoción

Pero su destino se tornaba cada vez más incierto

Del hotel Gunter de San Antonio

Salieron las 29 canciones

De la habitación 414

Sonidos entrecruzados de bajo

Y metálicos compases sólidos

El prototipo del rock’n roll

La lírica del siglo XX

Bach al fondo y Mozart a lo alto

Robert Johnson no vio su legado

Murió en Greenwood a los 27 años

Envenenado por un marido celoso

El diablo cobró su parte

Y fue como escuchar aullar al viento