domingo, abril 20, 2008

SEVERO SARDUY




Sexteto Habanero

Ainsi le bon temps regrettons
Entre nous, pauvres vieilles sottes
Assises bas, à croupetons,
Tout en un tas comme pelotes
A petit feu de chenevottes
Tôt allumés, tôt éteintes;
Et jadis fumes si mignottes!
Ainsi en prend à maints et maintes”
(Francois Villon, Les Regrets de la Belle Heamière)


I
¿Qué se hicieron los cantantes,
los reyes, los Matamoros
de dril nevada y los oros
de las barajas de antes?
¿Quién las tardes del Cervantes
recuerda, y a aquel grabado
del Diario, desdibujado,
y los bailables de Sagua?

(Las guitarras llenas de agua
Están, y el tambor rjado.)

II

Tu nombre, Elegua,
Para abrir, para
Cerrar la puerta.
La Puerta:
Esplenden las ofrentas, oro,
Espacio ardiente.

III

Aquellos barriletes y el coronel de Las Marías
Zumbando como un loco y tocando la luna.

Del baile y Marquesano y la conga no quedan
ni la persiana el abre y el asómate.

Tomaron la cerveza en los clarines
y el bailador de Macorina estaba,
No han venido la China ni la “ojitos de piñata”. Flauta de chacumbele.

Ya de aquí no nos vamos.


IV
¿Los dioses
se fueron, se quedaron,
murieron, con Beny Moré
ellos que con él se alucinaban,
o habitan aún las orquestas habaneras,
las trompetas como dos lluvias de flechas,
los cascabelas roncos,
y las tardes de músicos y monos?

V

“De dónde serán de Santiago
Tierra de soberana?” –preguntaban
por ferias y verbenas.

(Oigo aún aquellos voces,
La mesa electoral,
Mis padres bailando.)

El de sus leontinas, oro empañado,
Fue el de la tarde.

VI

El día es cegador,
la noche una humedad morada.
Giran como trompos los ahorcados
-ojos abiertos, rostros pintarrajeados-.

No te asombres cuando veas
Al alacrán tumbando caña.